Si el año pasado fue el más caluroso jamás registrado, el actual se perfila aún más extremo, con temperaturas cercanas a los 50 grados centígrados en algunas regiones. Visto que el calor sigue en camino a romper récords, los científicos se afanan por explorar nuevas tecnologías que contribuyan a enfriar las ciudades y reducir el consumo eléctrico.

Un artículo publicado por la revista Nature detalla que los avances abarcan desde aires acondicionados de alta eficiencia hasta materiales especiales que mantienen las superficies más frías que su entorno sin utilizar electricidad.

Ahorrar energía

En el área de la refrigeración, la mayoría de los aparatos de aire acondicionado y frigoríficos funcionan mediante un proceso que emite gases de efecto invernadero y derrocha energía. Solo los aires acondicionados y los ventiladores eléctricos consumen cerca del 20 % de la electricidad utilizada en los edificios del mundo, según la Agencia Internacional de la Energía.

Por ello, un equipo de investigadores desarrolló una tecnología que podría hacer que los aparatos funcionaran de forma mucho más eficiente, con la ventaja de no depender de refrigerantes líquidos perjudiciales para el medio ambiente.

Nature se refiere al trabajo de Emmanuel Defay, investigador del Instituto Luxemburgués de Ciencia y Tecnología de Belvaux, que desarrolla un dispositivo basado en la refrigeración “electrocalórica”, a través de cerámicas aislantes.

Sin embargo, productos de este tipo tomarán tiempo para masificarse y comenzarían solo con la refrigeración de las baterías de los coches eléctricos, en un plazo de cinco años, para abordar el aire acondicionado en la próxima década.

Los superfríos

Otros materiales conocidos como superfríos podrían disminuir la temperatura por debajo de las condiciones ambientales sin necesidad de energía. Estos componentes, al reflejar la mayor parte de la radiación solar que inciden sobre ellos y emitir gran parte de su radiación térmica, pueden ser más fríos que la temperatura ambiente.

“Estos materiales pueden cambiar las reglas del juego”, afirma David Sailor, director de la Facultad de Ciencias Geográficas y Urbanismo de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe, citado por Nature. No sólo pueden ayudar a refrigerar un edificio, reduciendo la demanda de aire acondicionado, sino que también pueden enfriar el aire exterior.

El primer material superfrío fue diseñado en 2014 por el científico Aaswath Raman y sus colegas, en una investigación en la Universidad de Stanford, en California. Raman presentó recientemente un mecanismo físico que se basa en un material especial para enfriar o calentar las paredes de los edificios en función de la estación del año, un descubrimiento que podría ser de gran ayuda en lugares sin aire acondicionado.

“No quiero que sobre todo arquitectos e ingenieros piensen que se trata de algo lejano”, afirma Raman. “Quiero que se den cuenta de que hay muchas cosas que podemos hacer ahora mismo”.

Tintas de nanopartículas

A principios de 2023, Mohammad Taha, ingeniero de la Universidad de Melbourne (Australia), y su equipo, describieron unas “tintas de cambio de fase”, consistentes en nanopartículas en suspensión que cambian de fase en función de la temperatura, permitiendo que el material se ma