Las autoridades de Honduras detuvieron este domingo al ex jefe del Estado Mayor Conjunto de ese país, el general Romeo Vásquez, por ser señalado como responsable del homicidio a manos de militares de un manifestante en 2009, días después de liderar el golpe de Estado contra el ex presidente Manuel Zelaya (2006-2009).

Según informa el Ministerio Público (MP) de ese país, en un comunicado publicado en X, también se solicitó la detención del subjefe del Estado Mayor Conjunto, Venancio Cervantes, y del ex comandante del Comando Conjunto de Operaciones, Carlos Puerto.

La fiscalía hondureña detalló que los tres sospechosos están señalados como autores del asesinato de Isis Murillo, así como de causarles lesiones con balas a Álex Zavala, simpatizantes de Zelaya que fueron atacados el 5 de julio de 2009 en el Aeropuerto Internacional Toncontín —localizado a seis kilómetros de Tegucigalpa—, mientras esperaban al entonces presidente constitucional, quien fue secuestrado de su casa el 28 de junio a punta de pistola y extraído a Costa Rica.

De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público, las actuaciones de los militares fueron brutalmente desproporcionadas, ya que dispararon de manera indiscriminada con fusiles de alto poder y grueso calibre (M16) contra ciudadanos que ejercían su derecho a manifestarse pacíficamente

Según reseña AFP, Vásquez fue trasladado bajo un fuerte contingente policial al juzgado de Letras Penal en Tegucigalpa.

Requerimiento Fiscal para ex jefe militar. pic.twitter.com/yZ728vie6k
— Ministerio Público (@MP_Honduras) January 5, 2025

El canciller de Honduras, Enrique Reina, indicó según medios locales, que la detención es un acto de justicia.

A nadie se le persiguió por esos crímenes y ahora un MP llega a desempolvar esos casos y como funcionario, digo que deben ser investigados y de ser culpables, que sean enjuiciados

En una entrevista ofrecida en julio pasado a Xinhua, el ex presidente Manuel Zelaya, y esposo de la actual mandataria, Xiomara Castro, reiteró que no tiene dudas de que Estados Unidos estuvo detrás de la arremetida golpista.

El golpe —indicó— sirvió para favorecer a empresas transnacionales petroleras, y a un grupo que se benefició con contratos lesivos para el interés nacional, e incluso se creó un cártel del narcotráfico.

Además del golpe, que nos cae como una gran tragedia, se suma la creación de una élite perniciosa que no paga impuestos, que tiene concesiones, que tiene contratos con apariencia legal, pero que solo sirve para explotar los recursos naturales y profundizar el modelo neoliberal, de un sistema de capitalismo global que asfixia no solo la economía de Honduras, sino también a muchas en el mundo.

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