El presidente ultraderechista de Argentina, Javier Milei, sostendrá el próximo sábado 4 de enero un encuentro en Buenos Aires con uno de los ex candidatos opositores perdedores de las elecciones de Venezuela, el prófugo Edmundo González Urrutia.

Según informan varios medios, González Urrutia —sobre quien pesa una orden de captura por parte de Caracas y recompensa por 100.000 dólares— realiza una gira a pocos días del 10 de enero cuando se llevará a cabo la juramentación del presidente Nicolás Maduro para un nuevo mandato, luego de haber ganado el sufragio el 28 de julio con el 51,9% de los votos.

Después de las elecciones del 28 de julio, González Urrutia, y su mentora María Corina Machado —ambos piezas claves de Estados Unidos para desestabilizar a Venezuela— financiaron y activaron escuadras violentas, denominadas “comanditos”, que salieron a las calles a desonocer el triunfo de Maduro.

Los “comanditos”, constituidos por criminales comunes, señalaron y agredieron físicamente a líderes chavistas y a agentes policiales y militares. El resultado de este brote neofascista fueron 28 muertos en 72 horas.

Tras la neutralización de la violencia extremista, el aspirante perdedor —acusado de varios delitos previamente tipificados, como instigación al odio, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, legitimación de capitales y desconocimiento a las instituciones del Estado— huyó a la embajada de España, en donde solicitó asilo.

Una vez en Madrid, González Urrutia comenzó a desconocer su promesa de limitar sus actividades políticas fuera del país, plasmada en una carta con la que pidió un asilo.

Del mismo modo, el opositor también violenta el Derecho Internacional que rige los asilos políticos, al llamar, desde España, a una guerra civil en la nación caribeña.

Luego del fracaso del golpe cibernético y violento, la extrema derecha venezolana —financiada y tutelada por Washington— ahora busca reeditar un gobierno “interino”, muy parecido al que impuso la Casa Blanca con el exdiputado y también prófugo Juan Guaidó en 2019.

Para instalar tal esquema, Estados Unidos y sus aliados en la región, entre ellos Milei, dicen no reconocer el triunfo de Maduro y pretenden presentar como supuesto “vencedor” a González Urrutia.

El “interinato” de Guaidó —quien hoy vive impunemente en Miami acusado de enriquecimiento ilícito— provocó el despojo de más de 30.000 millones de dólares de los venezolanos que se encontraban en la banca internacional.

Asimismo, con dicho gobierno ficticio, la Casa Blanca logró secuestrar a la estatal venezolana CITGO, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) localizada en el país norteamericano; y a la agroquímica Monómeros, ubicada en Colombia y recuperada una vez llegado Gustavo Petro al Palacio de Nariño.

Conspiración desde el sur

Desde antes de su llegada a la Casa Rosada en 2023, Milei ha